Centro de micropigmentación en Zaragoza

La micropigmentación es generalmente indolora aunque, igual que ocurre, por ejemplo, con la depilación, todo depende de la tolerancia de cada paciente. Es cierto que hay zonas sensibles de la piel en las que se puede sentir mayor incomodidad. Si es preciso, aplicamos pequeñas dosis de anestesia tópica.

Un tratamiento de micropigmentación es 100% seguro cuando queda en manos de un especialista. Por lo general no tiene contraindicaciones especiales, aunque puede generarse un enrojecimiento de la zona, ligera inflamación o sensibilidad en la piel durante un corto periodo de tiempo. Este tratamiento está totalmente desaconsejado en pacientes inmunodeprimidos, en tratamiento de quimioterapia, embarazadas o lactantes.

Tras una sesión de micropigmentación hay que tener una higiene y cuidado especial con la zona tratada y seguir escrupulosamente las instrucciones que te dé el especialista.

No hay una duración predeterminada para las sesiones de micropigmentación, puesto que cada tratamiento es personalizado, pero generalmente se necesitan unas dos horas para su aplicación. Transcurridos entre 50 y 60 días se hace una revisión para valorar posible retoques.

La micropigmentación de cejas es la técnica con la que diseñamos, rellenamos o definimos unas cejas que han perdido su forma natural por falta de densidad de pelo, enfermedad o alopecia. Las técnicas más actuales para lograr un resultado muy natural son “Pelo a pelo” o “Empolvadas”, aunque siempre te aconsejaremos la más adecuada en función del tipo de piel, gustos de maquillaje y efecto deseado. Los tratamientos de micropigmentación de cejas son 100% personalizados y acordes a la fisionomía de cada persona, teniendo en cuenta tanto la forma y estructura original de la ceja, como el color de cabello, piel o los ojos. El objetivo será siempre conseguir la máxima armonía. El microblading dura en la epidermis entre un año y un año y medio. Transcurrido ese tiempo el color pierde pigmento y queda en tus manos repetir o no el tratamiento, que aprovechando el paso del tiempo se puede modificar con las nuevas tendencias o los cambios de la edad.

La micropigmentación de labios es un maquillaje semipermanente con el que volvemos a dar forma a tus labios, que suelen perder parte de su aspecto natural y volumen con el paso del tiempo. Con esta técnica logramos colorear el contorno y mucosa para olvidarte de maquillar ambas zonas, corregimos asimetrías definiendo las formas y conseguimos el volumen visual que deseas tener.

La micropigmentación de los ojos es la técnica ideal si eres una amante del eye-liner y sufres porque no sabes hacerlo, no te ves bien a la hora de maquillarte, tienes el párpado grado o el make up te desaparece enseguida. Es decir, con el maquillaje semipermanente de los ojos presumes de tener un eye-liner siempre perfecto gracias a los diferentes diseños que podemos ejecutar:

• Eye-liner clásico más o menos marcado
• Eye-liner sombreado o difuminado
• Eye-liner superior y/o inferior entrepestañas, que aporta de manera sutil más densidad y profundidad sin aparentar llevar mucho maquillaje.

Para lograr un resultado perfecto tenemos siempre como referencia el maquillaje habitual y la forma de los párpados en el momento que se realiza el tratamiento.

Con la micropigmentación de areolas corregimos cicatrices peri-areolares o reconstruimos de forma total una areola tras una mastectomía. En un tratamiento que tiene en cuenta cada detalle y, en el caso de una reconstrucción total, se realiza teniendo en cuenta la apariencia, la forma y el diámetro de la que conservas para obtener la mayor simetría. El tratamiento consiste en dibujar una areola en la piel aplicando pigmentos de diferentes tonalidades con los que logramos varios volúmenes, simetría visual y el mayor grado de naturalidad.

La micropigmentación capilar consiste en imitar el nacimiento del pelo dando un efecto natural de look rapado. Dicho efecto es posible mediante la inserción de pigmentos en la piel utilizando para ellos unas agujas especiales y la mejor aparatología. Se trata de un procedimiento muy poco invasivo, ideal para tratar diferentes grados de alopecia o incluso camuflar las cicatrices producidas, por ejemplo, tras un trasplante capilar.